Actualmente, sabemos mucho sobre el estilo de vida de la gente opulenta. Cuando ahora entrevistamos a millonarios, les ofrecemos una mesa mucho más coherente con su forma de vida. Les damos café, bebidas sin alcohol, cerveza, whisky (durante las reuniones nocturnas) y sándwiches. Por supuesto, también les pagamos entre U$S 100 y U$S 250 cada vez. Ocasionalmente les damos incentivos adicionales. Muchos encuestados han elegido un oso enorme y caro como remuneración no monetaria; nos dicen que tienen un nieto que estaría encantado de recibir un oso grande.
Es una lástima que haya gente que juzgue a otros por su elección de comidas, bebidas, trajes, relojes, vehículos y demás. Para ellos, las personas superiores tienen gustos exquisitos en bienes de consumo. Pero es mucho más fácil comprar productos que denotan superioridad que ser realmente superior respecto del éxito económico. Destinar tiempo y dinero a tratar de parecer superior tiene en general un final previsible: un logro económico inferior.
¿Cuáles son, entonces, las tres palabras que conforman el perfil de los opulentos?
FRUGALIDAD, FRUGALIDAD, FRUGALIDAD
El diccionario define “frugal” como “comportamiento que se caracteriza por la economía en el uso de los recursos”. Lo opuesto a la frugalidad es el despilfarro. Decimos que es despilfarrador un estilo de vida caracterizado por un gasto pródigo y un hiperconsumo.
Ser frugal es la piedra angular de la creación de riqueza. Sin embargo, muchísimas veces los grandes gastadores son promocionados y publicitados por la prensa popular. Constantemente nos bombardea la publicidad inflada de los medios sobre los presuntos atletas millonarios, por ejemplo. Sí, algunos miembros de esa pequeña población son millonarios. Pero si un jugador de pelota muy hábil gana $ 5 millones al año, tener un patrimonio neto de $1 millón no es significativo.
Según nuestra ecuación de riqueza, un ganador de $ 5 millones que tiene treinta años deberla tener $ 15 millones o más. ¿Cuántos jugadores muy bien pagos tienen un nivel de riqueza dentro de ese margen? Creemos que sólo una fracción mínima. ¿Por qué? Porque la mayoría llevan un estilo de vida pródigo, y pueden mantener dicho estilo de vida mientras tengan un ingreso muy alto.
Técnicamente, podrán ser millonarios (tener un patrimonio neto mínimo de $1 millón o más), pero en general se encuentran abajo en la escala de los Prodigiosos Acumuladores de Riqueza (PAR).
¿Cuántas unidades familiares de los Estados Unidos perciben $ 5 millones en un año? Menos de cinco mil de las casi 100 millones que existen. Vale decir, alrededor de una cada veinte mil. La mayoría de los millonarios nunca ganan un décimo de $ 5 millones en un año. La mayoría nunca se hacen millonarios hasta no tener cincuenta años o más. La mayoría son frugales. Y pocos son los que han llevado un estilo de vida de alto consumo y se han hecho millonarios al mismo tiempo.
Pero el estilo de vida pródigo vende espacio en TV y en los diarios. Muchísimas veces se adoctrina a los jóvenes en la creencia de que “los que tienen dinero gastan con prodigalidad” y que “si no hacen ostentación, no tienen”. ¿Se imagina usted a los medios publicitando el estilo de vida frugal del millonario norteamericano típico? ¿Cuáles serían las consecuencias? Bajos ratings de TV y falta de lectores, porque la mayoría de ‘os que generan riqueza en los Estados Unidos trabajan mucho, son ahorrativos y no son para nada fascinantes. La riqueza rara vez se gana en la lotería, a toda carrera o a la manera de un programa de preguntas y respuestas. Pero esos son los premios gordos que la prensa difunde con sensacionalismo.
Muchos norteamericanos, especialmente los que están en la categoría de los subacumuladores de riqueza, saben cómo manejar los aumentos de sus ingresos. ¡Los gastan!
Su necesidad de gratificación inmediata es grande. Para ellos, la vida es como un programa de preguntas y respuestas. Los ganadores reciben efectivo inmediato y regalos suntuarios. Los espectadores de estos programas de preguntas y respuestas se identifican mucho con los concursantes.
Mire los altos ratings que tienen esos programas. A la gente le gusta ver a su otro yo ganando autos, barcos, artefactos eléctricos y dinero. ¿Por qué los programas de preguntas y respuestas no ofrecen como premios becas de enseñanza? Porque la mayoría de las personas quiere una gratificación inmediata.
No quieren cambiar un premio de una camioneta por ocho años en una universidad nocturna, aunque un titulo universitario pueda traducirse en un valor equivalente a más de una docena de camionetas.
(Fuente: 'El millonario de al lado', Thomas Stanley y William Danko)