La educación financiera es definida como el proceso por el cual consumidores financieros/inversionistas mejoran su entendimiento de productos financieros, conceptos y riesgos, y a través de la información, instrucción y/o consejos objetivos, desarrollan las habilidades y confianza para volverse más concientes de los riesgos financieros y las oportunidades, para tomar decisiones informadas, para conocer dónde acudir para obtener ayuda, y para tomar otras acciones efectivas para mejorar su bienestar financiero. (Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica: OECD)
La educación financiera debe ser considerada como una herramienta para promover el crecimiento económico, la confianza y la estabilidad. La promoción de la educación financiera no debe ser un sustituto para la regulación financiera, la cual es esencial para proteger a los consumidores.
IMPORTANCIA DE LA EDUCACIÓN FINANCIERA
Encuestas efectuadas en países desarrollados demuestran que muchas personas tienen un muy bajo nivel de conocimiento financiero y una baja conciencia de la necesidad de educación financiera. En Estados Unidos (2003) una encuesta revela que menos del 60% de los estudiantes de secundaria encuestados contestaron correctamente pruebas destinadas a medir la habilidad del estudiante para escoger y manejar una tarjeta de crédito, conocimientos sobre el ahorro y la inversión para el retiro, la conciencia sobre el riesgo y la importancia de asegurarse contra el mismo.
En Japón (2004) una encuesta revela que el 71% de los adultos no tienen conocimiento sobre acciones y bonos, 57% no tiene conocimiento de productos financieros en general y 29% no tiene conocimiento sobre seguros, pensiones ni impuestos.
Se estima que si no se mejora la toma de conciencia en materia de educación financiera se van a presentar serios problemas económicos y sociales en el futuro cercano. La combinación de productos financieros sofisticados y la creciente responsabilidad individual en la toma de decisiones financieras conllevan que las personas necesitan una mejor comprensión de cómo lidiar con los mercados financieros.
La Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica ha informado recientemente el lanzamiento de una campaña para mejorar la educación financiera. La OECD ha publicado recientemente un conjunto de principios y buenas prácticas para la educación financiera y la toma de conciencia en esta materia. Estos principios están diseñados para promover que las firmas de servicios financieros y las organizaciones de consumidores haga n más para educar a los ciudadanos en esta área.
Éstas son las recomendaciones de la OECD:
· Los gobiernos y todas las partes interesadas deben promover educación financiera sin discriminaciones, y de forma justa y coordinada.
· La educación financiera debe iniciar en la escuela para que las personas sean educadas lo más temprano posible.
· La educación financiera debe ser parte de un buen gobierno corporativo de las instituciones financieras, cuya rendición de cuentas y responsabilidad debe ser
promovida.
· La educación financiera debe ser claramente diferenciada de consejos comerciales y códigos de conducta para el personal de las instituciones
financieras debe n ser desarrollados.
· Las instituciones financieras deben promover la revisión de que los clientes lean y comprendan la información que reciben, especialmente cuando se relaciona con compromisos a largo plazo o servicios financieros con consecuencias financieras potencialmente significativas.
· Los programas de educación financiera deben enfocarse particularmente en aspectos importantes de planificación, tales como ahor ros bá sicos, deudas,
seguros y/o pensiones.
· Los futuros jubilados deben ser advertidos de la necesidad de evaluar la adecuación financiera de sus esquemas de pensiones actuales (públicos y
privados).
· Campañas nacionales, sitios Web específicos, servicios gratuitos de información y sistemas de alerta/advertencia en temas de alto riesgo para los consumidores financieros (tales como fraude) deben ser promovidos.
RESULTADOS CONCRETOS
De acuerdo con recientes estudios, la educación financiera afecta el comportamiento del consumidor/inversionista.
Esos estudios demuestran que:
1. Seminarios sobre planes de retiro ofrecidos en el trabajo incrementan la participación en planes voluntarios de retiro entre un 6 y 12%, así como aumentan la cuota de contribución a estos planes.
2. Programas de entrenamiento financiero han ayudado a los consumidores a aumentar sus ahorros (en promedio más de US$1,500) y reducir sus niveles de deuda (en promedio más de US$2,000).
Como sucede con la educación en general, y la financiera no es la excepción, el conocimiento es poder y da libertad a quien lo posee. La ignorancia es semillero de abusos e injusticias.
Carlos A. Barsallo (Vicepresidente Comisión Nacional de Valores de Panamá)