martes, septiembre 29, 2009

Cómo fortalecer en el adolescente la capacidad para manejar dinero

Desde el punto de vista de un padre, transcurren muy pocos años desde aquel puesto de venta de limonada hasta que llegan los ofrecimientos de tarjetas de crédito para la universidad. Pero estos años de transición son el momento ideal para ayudarles a los hijos a construir una buena base en el manejo de dinero.

Como padres, desempeñamos un papel importante en los valores y actitudes de sus hijos sobre el manejo del dinero. Una encuesta de casi 200,000 estudiantes de 6° a 12° grado de todo el país (en EE.UU.) que se realizó en 2002 reveló que más de las tres cuartas partes de los que respondieron aprendieron de sus padres la mayoría de lo que sabían sobre este tema.

En esta época en que el conocimiento sobre asuntos financieros disminuye, cobra mayor importancia el papel que usted desempeña en la educación de sus hijos sobre asuntos monetarios.

En 2004, cuando 4,024 alumnos cursando el último grado de la escuela secundaria tomaron una encuesta de respuestas múltiples diseñada por Jump$tart Coalition for Personal Financial Literacy, el resultado promedio fue 50.2%; una disminución del promedio de 2000 que fue 51.9% y de 1997 que fue 57.3%. Los que dijeron haber recibido la mayoría de sus conocimientos sobre manejo de dinero en la escuela tuvieron un resultado promedio de 47.5%, en cambio, los que dijeron haber aprendido la mayoría en su casa tuvieron un resultado más alto (50.9%)

SE SIENTE LA PRESIÓN
Muy pocos jóvenes desean seguir dependiendo de sus padres después de su mayoría de edad. Y menos aún, tener demasiadas deudas. Pero muchas presiones de la sociedad actual causan problemas financieros.

Los adolescentes (siempre con la presión de parecerse a los demás) deben soportar además métodos de venta enérgicos. Según Teenage Research Unlimited, compañía que sigue los hábitos de consumo de los adolescentes, los jóvenes entre 10 y 18 años de edad gastaron aproximadamente $170 mil millones en 2002; casi el 40% de esto en ropa.

La presión que ejercen los adolescentes entre sí sólo puede ser contrarrestada por un poderoso buen ejemplo. Hable con sus hijos sobre el dinero al nivel de adultos. Les debe enseñar el concepto de satisfacer necesidades básicas (alimento, ropa, vivienda, educación y transporte) y fijar prioridades sobre lo que desean comprar. En la vida se trata de elegir opciones realistas. Explique que el Porsche estará de moda, pero un auto confiable usado lo lleva a la escuela y al trabajo sin problema, aunque los amigos se burlen porque está manejando una “chatarra”.