El tipo de inversión que usted decida hacer tiene que estar basado en las siguientes cuatro preguntas.
Primero, ¿cuáles son los objetivos de su inversión? Uno de sus objetivos debe ser ahorrar para su jubilación, pero poner todo su dinero para la jubilación debajo del colchón sería muy tonto. Aun si coloca ese dinero en una cuenta de ahorro, ganaría un poco de interés. Para un plan de jubilación a largo plazo, le conviene colocar su dinero donde éste pueda aumentar tanto como sea posible hasta que usted lo necesite. Sin embargo, imagínese que su objetivo es tener un fondo de emergencia para poder seguir pagando las cuentas por unos meses si se accidenta en el trabajo. En ese caso, usted no pondría ese dinero en bienes raíces, porque tal vez no pueda acceder a su dinero con suficiente rapidez. Las inversiones que el deben ajustarse al fin que quiera darle a su dinero.
Segundo ¿cuándo va a necesitar ese dinero? Si usted recién ha comenzado a trabajar y quiere ahorrar para su jubilación, poner dinero en rentas variables puede ser una buena manera de invertir para su fondo de jubilación. Pero imagínese que está ahorrando para el matrimonio de su hija. Ella acaba de cumplir veintiún años y tiene un novio serio, por lo que probablemente usted va a necesitar ese dinero en dos o tres años. Una inversión fija como un bono, que no le permitirá retirar ese dinero por otros cinco años, no sería adecuada. Tampoco funcionaría poner su dinero en acciones o en un terreno con la esperanza de que el mercado esté alto cuando usted necesite venderlos.
En este caso, la mejor inversión podría ser la cuenta de mercado de dinero que pague más, o un depósito a plazo fijo en un banco que pague un interés específico y que venza (eso quiere decir que usted lo puede convertir en efectivo sin pagar multa) en un año o dos. Al elegir sus inversiones, siempre debe tener muy claro cuándo va necesitar el dinero que está invirtiendo.
Tercero, ¿qué tan cómodo se siente con estas inversiones? ¿Cuánto sabe sobre la inversión que quiere hacer? Muchos clientes me vienen a ver y me dicen, “no tengo ninguna inversión en acciones,” y sin embargo, en su plan de jubilación 401(k) (plan de retiro de los EE.UU.), tienen acciones de fondos de inversión. Cuando les digo, “algunos de sus fondos de inversión trabajan con diferentes acciones”, me miran completamente sorprendidos. También veo esta falta de claridad en clientes que vienen a yerme luego de consultar a otros asesores financieros. “El asesor de mi cuñado me dijo que pusiera mi dinero en futuros de oro,” me dicen. “Ahora me dice que he perdido 80 por ciento de mi inversión. ¿Cómo pudo haber pasado eso?”
Cuarto, ¿ qué riesgo está dispuesto a correr? Toda inversión implica un riesgo. Aun si usted guarda su dinero en el colchón, podría sufrir un incendio o un robo y perderlo todo. Si deposita su dinero en una cuenta de banco garantizada con una buena tasa de interés, el banco también podría cerrar. O las tasas de interés podrían cambiar: cuando la Reserva Federal bajó las tasas de interés once veces en el 2001, el interés que los bancos estaban ofreciendo en cuentas de renta variable bajó hasta un 2 por ciento, casi el mismo que una cuenta de ahorro común ¡y no mucho mejor que poner el dinero en el colchón!
El valor de la inversión también puede cambiar dependiendo de las condiciones del mercado. La gente acostumbraba pensar que las acciones de las compañías de gas y electricidad eran una inversión muy segura, pero luego el mercado cambió y las acciones de estas compañías perdieron buena parte de su valor.
No importa cómo invierta su dinero, en efectivo, en inversiones fijas o de renta variable, siempre habrá cierto riesgo. En verdad, el mayor riesgo puede venir de no arriesgarse demasiado, porque de esa manera con seguridad su dinero va a continuar perdiendo valor simplemente a causa de la inflación. (La inflación es lo que sube el costo de la vida cada año. Significa que el dinero que usted ahorra para el futuro no comprará tanto cuando ese futuro llegue. Por ejemplo, $100 en el año 2004 compran mucho menos que lo que compraban en 1990. El riesgo es algo que tenemos que entender aceptar y aprender a manejar.
Hasta podemos aprender a usar el riesgo para nuestro beneficio. Por ejemplo, si usted tiene veinticinco años y está invirtiendo para su jubilación, puede correr un poco más de riesgo porque tiene más tiempo para recuperar cualquier pérdida que pueda sufrir. Pero la mejor manera de disminuir el “riesgo de correr riesgos” es colocar su dinero en diferentes inversiones; en otras palabras, diversificar.
Julie Stav