martes, septiembre 01, 2009

División del pastel financiero (II)

LA NORMA DEL 70/30
Después de pagar sus impuestos, debe aprender a vivir con el 70 % de lo que le quede. Esta decisión es importante debido a la forma en que va a emplear ese 30 %. El 70 % lo gastará en cosas necesarias y también en superfluas. ¿Y el otro 30 %? Lo invertirá de la siguiente manera:

Caridad
De ese 30%, una tercera parte debe destinarse a obras de caridad, Caridad es el acto de devolver a la comunidad parte de lo que ha recibido de ella, con la intención de ayudar a los que necesitan auxilio. Yo creo que contribuir con un 10 % de los ingresos libres de impuestos es una cantidad muy a tener en cuenta. Puede elegir un porcentaje mayor o menor, eso dependerá de su plan.
Algunas personas prefieren hacer obras de caridad a través de su iglesia, u organización municipal; a otros les gusta hacerlo personalmente. Tanto si lo hace por su cuenta, como si entrega su dinero a una institución de caridad, no olvide separar una parte de sus ingresos para repartirlo entre los necesitados.

Debemos aprender a dar desde nuestra más tierna infancia. La mejor ocasión para enseñar a un niño a ejercer la caridad, es cuando obtiene su primer dólar. Llévele a pasear y vayan por algún barrio donde viva gente verdaderamente necesitada, a fin de que aprenda a compadecerse. Si el niño comprende la situación, no le costará esfuerzo desprenderse de diez centavos. Los niños tienen un gran corazón.

También hay otro motivo para enseñar a ser generoso y a dar cuando las cantidades son pequeñas: Es bastante fácil dar diez centavos y quedarse sin ellos, pero desprenderse de cien mil dólares se hace durísimo a pesar de que los ingresos sean de un millón. «Si tuviese un millón de dólares diría usted, no me importaría nada dar cien mil».

Yo no sé si lo haría. Cien mil dólares es mucho dinero. Es mejor empezar desde pequeño, a fin de adquirir la costumbre dc hacer caridad antes de empezar a manejar dinero en grandes sumas.

Inversión
Con otro 10 % de sus ingresos intentará crear riqueza. Con ese dinero comprará, colocará a plazo, fabricará, o venderá. El secreto está en dedicarse a algún tipo de negocio, aunque sólo le dedique parte de su tiempo.

Creo que en éste país todos deberíamos dedicarnos a algún tipo de actividad capitalista. Porque nosotros creemos que el capital pertenece al pueblo, a la gente, a las personas.

El comunismo, por contra, enseña que el capital pertenece al Estado.

Es un gran contraste de ideas. El comunismo confía poco en la capacidad de los individuos para decidir inteligentemente. Y los que detentan el poder necesitan centralizarlo todo en manos del gobierno. En nuestro país, como en el resto de las naciones que defienden la libertad de empresa, creemos que la sabiduría reside en el pueblo. Son los individuos, no el Estado, los que mejorarán e innovarán los bienes y servicios. La búsqueda del beneficio es un incentivo poderoso para crear una vida de abundancia para todos.

Entonces, ¿cómo se puede crear riqueza con ese 10 % de sus ingresos reservados a tal efecto?

Hay muchas maneras. Deje vagar libremente a su imaginación Tenga presente esas facultades y habilidades que desarrolla en su trabajo o en sus aficiones; es posible que pueda organizarse y hacer de ellas una empresa rentable.

Además de esto, siempre puede aprender a comprar un producto al por mayor y venderlo al por menor. También puede adquirir un terreno y explotarlo hasta mejorar su valor. Y si tiene la suerte de trabajar en una empresa que prima la productividad, puede esforzarse y obtener más ingresos para invertirlos en un negocio, o en comprar acciones.

Emplee ese 10 % en comprar maquinaria, productos o acciones, e inicie su negocio. Es posible que dentro de usted permanezca dormido el genio financiero y para despertar sólo necesite la chispa de una oportunidad.

Le propongo ahora una idea apasionante: ¿Por qué después de trabajar ocho horas, no dedica un poco de tiempo a labrar su fortuna? ¿Sabe la satisfacción que sentirá cuando pueda decir con toda sinceridad: «Trabajo para llegar a ser rico, no sólo para pagar las facturas»? Cuando elabore un plan para hacerse rico. se sentirá tan motivado que por las noches no querrá irse a la cama.

Ahorro
El último 10 % se debe destinar al ahorro. Considero que es la parte más estimulante del plan para hacerse rico, al proporcionarle la tranquilidad espiritual de saber que está bien preparado para los «inviernos» de la vida.

Y gracias a la magia del interés compuesto, apoyado por los nuevos programas de jubilación libre de impuestos que en este país están al alcance de todo trabajador asalariado, al cabo de los años puede acumular un capital importante.

Jim Rohm

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