martes, agosto 11, 2009

Diez pasos para despertar el genio financiero (IV)

4. Domine una fórmula y luego aprenda una nueva
El poder de aprender rápidamente...
Digo, “te conviertes en lo que estudias”. En otras palabras, tenga cuidado con lo que estudia y aprende, porque su mente es tan poderosa, que usted se convierte en lo que introduce en su cabeza. Por ejemplo, si estudia cocina, entonces tenderá a cocinar. Será un cocinero. Cuando ya no desee ser un cocinero, necesitará estudiar alguna otra cosa. Digamos, maestro de escuela. Luego de estudiar magisterio, usted seguramente se convertirá en maestro. Y así sucesivamente. Elija cuidadosamente lo que estudia.

Cuando se trata de dinero, las masas generalmente tienen una fórmula básica que aprendieron en el colegio. Y esa fórmula es: trabaja por el dinero. La fórmula que veo predominar en el mundo es que todos los días, millones de personas se levantan y van a trabajar, ganan dinero, pagan deudas, mantienen el balance de sus cuentas, invierten un poco en algún fondo común, y vuelven a trabajar. Esta es la fórmula básica.

Si está cansado de lo que está haciendo, o no está ganando lo suficiente, se trata simplemente de un caso de cambiar la fórmula a través de la cual gana dinero.
Años atrás, cuando tenía 26 años, asistí a una clase de fin de semana titulada “Como invertir en ejecución de hipotecas de bienes raíces”.

Aprendí una fórmula. El siguiente truco, era tener la disciplina de poner en acción lo que había aprendido. Allí es donde la mayoría se detiene. Durante tres años, mientras estaba trabajando en Xerox, pasé mi tiempo libre aprendiendo a dominar el arte de adquirir hipotecas.

He ganado millones de dólares usando esa fórmula, pero actualmente, el negocio se ha puesto demasiado lento y hay demasiadas personas haciéndolo.

Así que, luego de dominar esa fórmula, salí a buscar otras. En muchos de los casos, no utilicé en forma directa la información aprendida, siempre aprendí algo nuevo.

He asistido a clases concebidas únicamente para comerciantes de productos derivados, otras para comerciantes de productos de consumo e incluso a una clase para especialistas en caos. Me encontré en un ámbito alejado del mío, estando en un recinto lleno de personas doctorados en física nuclear y ciencia espacial. Pero aún así, aprendí muchísimas cosas que volvieron más significativas y lucrativas mis inversiones en acciones y propiedades.

Muchos colegios secundarios y universidades comunitarias, tienen clases sobre planificación financiera y adquisición de inversiones tradicionales. Son buenísimos lugares donde empezar.
Pero yo siempre busco una fórmula más veloz. Y esa es la razón por la cual, sobre una base bastante regular, gano más en un día que mucha gente ganaría en toda su vida.

Otra acotación. En el rápidamente cambiante mundo actual, ya no cuenta tanto lo que usted sabe, porque a menudo su conocimiento ya es obsoleto. Lo que hoy cuenta es la velocidad con que aprende. Esa habilidad no tiene precio. Es impagable a la hora de encontrar fórmulas más veloces, si prefiere, para hacer “dinero”. Trabajar arduamente por el dinero es una antigua fórmula nacida en la época del hombre de las cavernas.

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