jueves, octubre 15, 2009

Planificar para la Vejez


Es importante planificar tan temprano en la vida como sea posible. Cuando digo esto en mis clases, muchos de mis estudiantes se manifiestan de acuerdo. Nadie disiente sobre la importancia de planificar. El problema es que muy pocas personas realmente lo hacen.

Al darme cuenta de que la mayoría de la gente está de acuerdo con que necesita diseñar un plan financiero, pero que muy pocas personas van a dedicar tiempo a diseñarlo, decidí hacer algo al respecto. Aproximadamente una hora antes del almuerzo, en una de esas clases, encontré un poco de tela de algodón y lo corté en tiras de distintas longitudes.

Le pedí a los estudiantes que tomaran un pedazo de tela y lo amarraran a uno de sus tobillos, de manera muy sir a como vendan las patas de los caballos. Con la tela anudada alrededor de sus tobillos, les di otro pedazo de tela para que lo anudaran alrededor de sus cuellos y lo ataran a sus tobillos. El resultado de lo anterior fue que en vez de quedar en posición erecta, quedaron inclinados en un ángulo de cerca de 45 grados.

Uno de los estudiantes preguntó si aquella era una nueva forma de tortura china. “No”, le respondí. “Sólo estoy transportando a cada uno de ustedes al futuro, si tienen la suerte de vivir tanto. Las cuerdas representan la manera en que podría sentirse la vejez.”

Un lento quejido se escuchó en la clase. Unos cuantos comprendieron la imagen. Los empleados del hotel trajeron a continuación el almuerzo y lo colocaron en mesas largas. El almuerzo consistía en emparedados, ensalada y bebidas. El problema es que las carnes frías estaban apiladas, el pan no estaba rebanado, la ensalada no estaba hecha y las bebidas eran en polvo que deben ser combinadas con agua. Los estudiantes, inclinados y envejecidos, tenían que preparar su propio almuerzo.

Durante las siguientes dos horas se esforzaron por rebanar el preparar sus emparedados, hacer sus ensaladas, ir sus bebidas, sentarse, comer y limpiar. Naturalmente muchos de ellos también necesitaron ir al baño esas dos horas.

Al terminar las dos horas les pregunté si querían momentos a escribir su plan financiero para el resto de sus vidas. La respuesta fue un entusiasta: “Sí.”.

Fue interesante observarlos mientras cobraban un activo interés en lo que planificaban hacer una vez que fueran liberados de las ataduras. Su interés en planificar se había incrementado dramáticamente al cambiar su punto de vista sobre la vida.

Como decía mi padre rico: “El problema de ser joven es que tú no sabes lo que se siente ser viejo. Si supieras lo que se siente ser viejo, planificarías tu vida financiera de manera distinta”.

También decía: “El problema con muchas personas es que planifican sólo hasta su retiro. Planificar para el retiro no es suficiente. Necesitas planificar mucho más allá del retiro. De hecho, si eres rico, debes planificar al menos por las siguientes tres generaciones. Si no lo haces, el dinero puede perderse poco después de que mueras. Además, si tú no tienes un plan para tu dinero antes de partir de esta tierra, el gobierno sí lo tiene”.

Robert Kiyosaki