viernes, noviembre 13, 2009

Usar nuestros más preciados talentos



Muchos dicen que no pueden tener riqueza porque no tienen dinero. Le aseguro que si comparte usted esta actitud definitivamente seguirá siendo pobre, luchando durante el resto de su vida. Recuerde que yo creé mi riqueza no a partir de cero, sino a partir de algo peor: una deuda mayor que los activos de toda una vida. Como diría mi amigo Winnebago, creé riqueza utilizando los dones del Gran Espíritu. En mi caso estos dones son:

1. La salud. Aunque todos sabemos lo importante que es la salud, sería tonto si no la mencionara en esta lista. Al igual que el dinero y el tiempo, la salud es un activo y un don que debemos proteger, viviendo sabiamente para poder disfrutar de la vejez tanto como de la juventud —o sería deseable aún más.


2. Las relaciones. La gente es exitosa en la medida de la calidad de sus relaciones. Había estado casado antes, y debo decir que durante mi primer matrimonio fui poco ético. Fue sólo después de mi catástrofe económica que noté que las personas con quienes hacía negocios eran tan retorcidas como yo. A menudo, cuando encuentro a alguien que tiene problemas de dinero o de relaciones, es que existe un problema de ética en algún punto. Me pidieron una vez que me reuniera con una pareja que tenía problemas económicos y problemas con sus empleados. Cuando les pregunté cómo iba su matrimonio, recibí una de esas sonrisas forzadas que transmitía, “¡Oh, todo va de maravillas!”. Después de trabajar con ellos durante tres meses, renuncié. Les dije que no sentía que no estuvieran dando respuestas sinceras. Tres años más tarde cuando la empresa quebró, conocí al capataz de su fábrica. Me contó que tanto el esposo como la esposa tenían aventuras amorosas. En su trato con los empleados eran terribles, y la fábrica había estado echando desechos tóxicos por las tuberías de la ciudad por la noche, para ahorrar dinero en tratamiento de sustancias tóxicas.

No digo que soy santo, ni nada parecido. Pero he descubierto que si quiero estar sano, feliz y tener riqueza, tengo que nutrir mis relaciones y mantenerlas limpias. Como dice un amigo mío: “No digo la verdad necesariamente por ser una persona honesta. La digo porque estoy cansado de que me golpeen las consecuencias de la mentira.”

El éxito en la vida será satisfactorio en la medida en que lo sean nuestras relaciones con nosotros mismos, con nuestra familia y con los amigos, compañeros y asociados. Cuando tengo amigos y compañeros de calidad, llanos, trabajadores, mi vida funciona mejor. Sé que soy un reflejo de la compañía que mantengo.


3. Usar cada día con sabiduría. Siga esta regla: “Mi futuro se crea hoy, y no mañana.” Hubo un momento en mi vida en que no importa cuánto dinero ganaba, siempre me faltaba un poco para llegar a fin de mes. Mi solución era “cárguelo en la tarjeta.” Como era algo tan fácil, se convirtió en un hábito. Antes de que me diera cuenta, los pagos a la compañía de la tarjeta de crédito eran mayores que mis ingresos. Un día todo se derrumbó. Había arruinado mi historial de crédito. Cuando la computadora registró mi nombre como riesgoso, todo el juego de vivir con dinero prestado llegó a su fin. Una vez más, la experiencia fue dolorosa, pero me dio la oportunidad de aprender una lección importante, y me alegro por eso. Esta lección sobre el dinero se aplica también a cómo paso mi tiempo y cómo uso mi salud.

Malthus observó que los recursos naturales del mundo son finitos. No podía prever la infinita cantidad de información y tecnología por venir. Con el uso de la información y las nuevas tecnologías, solemos obtener mejor rendimiento aun utilizando nuestros escasos recursos naturales. Por ejemplo, se requirieron ciento setenta y cinco mil toneladas de cobre para tender el primer cable de comunicación transatlántica entre Europa y América. Apenas terminado esto, nuestro programa espacial envió al espacio un satélite de un cuarto de tonelada, mucho menos cobre que el del cable, y el cable pasó a ser obsoleto. Al agregar tecnología a los recursos, constantemente hemos podido hacer más con menos.

John Dribben