martes, julio 28, 2009

Estados Financieros: los rayos X de las compañías


En los ya muchos años que llevo siguiendo los mercados financieros, estudiando sus principios e intentando descifrar el raciocinio de los inversionistas, hay una cosa que no deja de sorprenderme: no mucha gente toma verdadera responsabilidad por sus errores financieros.

En tiempos de desaceleramiento económico e industrial, donde los mercados se derrumban inevitablemente y a veces necesariamente, los inversionistas tienden a buscar alguien a quien echarle la culpa por sus pérdidas. Cuando nos estrellamos con el rojo de nuestros portafolios, la reacción habitual es acusar de ese derramamiento de sangre a Greenspan, a Bush, a los CEO de las compañías, a la Internet, a Europa, a Latinoamérica, al precio de petróleo, a nuestra suerte, al gato Negro que se nos cruzó en la esquina, etc. y etc. La lista de excusas del derrumbamiento del Nasdaq es interminable. Es apenas obvio que en nuestro estado de desesperación y desencantamiento estemos buscando justificación por nuestros errores financieros.

Pero hay que aceptar que los mercados financieros por su naturaleza cíclica siempre presentarán buenos y malos momentos. Nuestro pecado está en no estructurar nuestros portafolios de una manera en que estén protegidos contra esos malos períodos. Y para protegernos de derrumbamientos la solución está simplemente en una adecuada distribución de activos en nuestro portafolio. ¿Pero qué diablos es “distribución de activos”?

Bueno, distribución de activos es el paso fundamental importante para construir un portafolio. Se basa en la escogencia de las compañías que van a hacer parte de nuestro portafolio mediante un análisis financiero profundo. La idea es que debemos distribuir nuestros activos en el portafolio de acuerdo a nuestra propensión al riesgo y nuestro tiempo de inversión.

Pero para lograr una buena distribución de activos analizando las compañías para que cumplan con nuestro perfil de inversionistas, es necesario que primero dejes aquellos viejos vicios de inversionista en Internet como preguntarle a tu corredor por los últimos rumores, o por nuevos “tips”, o buscar en los Chats y listas de correo por alguien que parezca saber mucho y a quien puede confiársele nuestro capital. No se ñores, un adecuado análisis nos obliga a hacer un esfuerzo y realmente conocer la compañía en la que vamos a investigar. Aunque parezca menos divertido, todos en el fondo debemos admitir que es lo más responsable y a la larga dormiremos más tranquilamente.

De manera que el análisis que nos lleva al la distribución de activos es aquel que nos permita analizar el estado actual de la compañía y su futuro esperado. ¿Me creerías si te dijera que contrariamente a lo que se cree popularmente, realmente existe una “bola de cristal” en donde el futuro de la compañía está estampado? No, no te estoy mintiendo, y tampoco tengo dotes de psíquico o de Nostradamus. Esta bola de cristal está a disposición de todos nosotros… me refiero a los estados financieros de las empresas.

Los estados financieros son una herramienta muy útil porque realmente pueden actuar como los rayos –X de una empresa. Ellos nos suministran de una clara imagen de la situación interna de la compañía que los provee. Y es a partir de ellos precisamente de dónde podemos deducir si la compañía está siendo administrada responsablemente, si está usando sus recursos adecuadamente, si su nivel de endeudamiento es aceptable, si sus márgenes de venta son plausibles e inclusive si su actitud hacia los accionistas es creíble.

Básicamente, los estados financieros nos deben guiar a poder establecer los estimados de utilidades futuras de la compañía. Como sabemos, la expectativa de utilidades de las compañías son todo lo que realmente le importa a Wall Street. Obviamente, existen otros factores que afectan el precio de la compañía como las presiones económicas y los ciclos del mercado entre otros. Sin embargo, cuando una compañía ha reportado sus estados financieros con honestidad y fidelidad, deberíamos poder hacernos una buena imagen de su estado de competitividad en su entorno.

Y es que es muy importante entender cuando analizamos estados financieros que las compañías no actúan en solitario. Son entes dentro de su industria que compiten por un segmento del Mercado. Sus estados financieros deben ser analizados comparativamente con las otras compañías de su sector. Es de esta manera como podemos determinar cuáles son las compañías más sólidas y cuáles son las que tienen mayor posibilidad de crecimiento.

Los estados financieros de una empresa no son difíciles de conseguir. Los puedes obtener simplemente llamando a la compañía o directamente en Internet. Por ejemplo los estados financieros de la compañía Microsoft (Nasdaq: MSFT) para el año pasado están publicados en los buscadores más populares como Yahoo!(Nasdaq:YHOO) http://biz.yahoo.com/fin/l/m/msft.html.

Internet te da acceso gratis a los rayos-X de toda empresa importante que necesites examinar. Todo al alcance de unos cuantos clics!

Tómate tu tiempo analizando los números hasta que te sientas cómodo con la terminología. Compara los números de tus compañías favoritas y entiende lo que realmente basa el precio de las acciones que ves todos los días subir y bajar. Asegúrate de tener suficientes puntos de comparación antes de sacar alguna conclusión.

Recuerda que cuando estés listo para halar del gatillo y distribuir tus activos en tu portafolio de la manera mas adecuada según tu perfil de inversionista, ya no tienes porque dudar. No importa si el mercado baja o sube, tu dormirás tranquilo porque has hecho tu tarea. Has analizado las radiografías de las compañías de tu portafolio y has tomado tu decisión con la base más sólida a nuestra disposición: los estados financieros.

Rahul Jacob (Fuente: Financial Times)

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