martes, diciembre 01, 2009

Superando los Obstáculos para la Libertad Financiera: Razón Número Dos



Razón Nº 2: Superar el pesimismo

“El cielo se está cayendo. El cielo se está cayendo”. Muchos de nosotros conocen el cuento de “Gallinita”, quien corría alrededor del patio de la granja alarmando a todos con anuncios de inminentes calamidades. Todos conocemos personas así. Pero también todos tenemos un “Gallinita” dentro de nosotros.

Y como he expresado anteriormente, el pesimista es realmente una pequeña gallina. A todos nos sale una gallinita cuando el miedo y la duda nublan nuestros pensamientos

Todos tenemos dudas. “No soy inteligente”. “No soy lo suficientemente bueno”. “Tal y cual son mejores que yo”.

O a menudo nuestras dudas nos paralizan. Jugamos el juego de “¿Y si...?”

“¿Y si la economía colapsa después de que yo invierta?”

“¿Y si pierdo el control y no puedo devolver el dinero?”

“¿Y si las cosas no se desarrollan como las planeé?”


O tenemos amigos o seres queridos que nos recordarán nuestros defectos sin importar lo que estemos preguntando.

Generalmente dicen, “¿Qué te hace pensar que puedes hacer eso?”. O: “si es una idea tan genial, ¿cómo es que no se le ocurrió a alguien más?”. O: “eso nunca funcionará”, “No sabes de qué estás hablando”.

Estas palabras de duda a menudo se hacen tan fuertes que nos impiden actuar. Se genera un sentimiento horrible en nuestro estómago. A veces no podemos dormir. No avanzamos. Y nos quedamos con lo que es seguro, y las oportunidades nos pasan de largo.

Contemplamos cómo la vida nos pasa desapercibida, mientras nos sentamos inmovilizados con un frío nudo en nuestro cuerpo. Todos hemos sentido esto alguna vez en nuestras vidas, algunos más que otros.

Peter Lynch remite a la fama de los fondos comunes de inversión Fidelity Magellan, a que las advertencias de que el cielo se está cayendo son oídas por todos nosotros como “ruido”.

El “ruido”, o bien se crea dentro de nuestras cabezas, o bien proviene del exterior. A menudo de amigos, familiares, compañeros de trabajo los medios. La mayoría de las personas son pobres, porque a la hora de invertir el mundo está lleno de ‘Gallinitas” corriendo por ahí, vociferando que el cielo se está cayendo, el cielo se está cayendo”. Y los Gallinitas” son efectivos, porque cada uno de nosotros es una gallinita. A menudo se requiere de gran coraje para no dejar que los rumores y los comentarios pesimistas y alarmistas afecten sus dudas y temores.

Mi punto es que son las dudas y ese pesimismo lo que hace que mayoría de la gente continúe pobre y apostando sobre seguro.

El mundo real, simplemente, lo está esperando para que se haga rico.
Son únicamente las dudas las que mantienen pobre a una persona. Como ya dicho, salir de la carrera de ratas es técnicamente sencillo. No requiere de demasiada formación, pero, para la mayoría de las personas, esas dudas son paralizantes.

“Los pesimistas nunca ganan”,
decía papá rico. “Las dudas y miedos no verificados, crean a un pesimista. Los pesimistas critican, y los ganadores analizan”, era otra de sus frases favoritas. Papá rico explicaba que la crítica enceguece, mientras el análisis abre los ojos.

Analizar permite a los ganadores a ver lo que está cegado para quienes critican, y ver oportunidades que otros pierden. Y encontrar lo que se les escapa del resto de las personas es la clave de cualquier éxito.

Los bienes raíces son una poderosa herramienta de inversión para cualquier persona en la búsqueda de libertad o independencia financiera. Es una herramienta de inversión única.

En el mercado de valores, escucho a menudo gente que dice: “No quiero perder plata”. Bueno, ¿qué les hace creer que yo o cualquier otra persona sí?

No ganan dinero porque eligen no perderlo. En lugar de analizar, cierran sus mentes a otro poderoso vehículo inversionista: el mercado de valores.

En diciembre de 1996, me encontraba cabalgando con un amigo, pasando por la estación de servicio de nuestro vecindario. El levantó la vista y vio que el precio del combustible estaba subiendo. Mi amigo es una “Gallinita”. Para él, el cielo siempre se está por caer, y generalmente se cae, ¡sobre él!

Cuando volvimos a casa, él me mostró todas las estadísticas que mostraban los motivos por los cuales el precio de los combustibles subiría en los próximos años. Estadísticas que yo jamás había visto, aunque yo ya era dueño de una substancial porción de acciones de una compañía de combustibles existente.

Con esa información, comencé inmediatamente a buscar, y encontré una nueva compañía de combustibles subvaluada que estaba a punto de descubrir unos yacimientos petroleros. Mi agente estaba entusiasmado con esta nueva compañía, y compré 15.000 acciones a 65 centavos por acción.

En febrero de 1997, este mismo amigo y yo pasamos por la misma estación de servicio, y desde luego el precio del galón había subido cerca de un 15 por ciento. Otra vez, “Gallinita” tuvo miedo y se quejó.

Yo sonreí porque, en enero de 1997, esa compañía pequeña dio un aumento en los combustibles, y esas 15.000 acciones subieron a más de 3 dólares por acción, a partir del momento en que me había dado el primer indicio. Y si mi amigo está en lo cierto, el precio del combustible continuará subiendo.

Así que dondequiera que escucho personas enfocándose en sus “yo no quiero”, en vez de en lo que ellos quieren, sé que el “ruido” en cabezas debe ser fuerte. “Gallinita” se ha adueñado de sus cerebros y está allí vociferando: “el cielo se va a caer y los baños se están rompiendo”. Entonces activan sus “yo no quiero”, pero pagan un alto precio. Quizás ellos jamás obtengan lo que desean en la vida.