jueves, diciembre 17, 2009

Ocho Pasos para Comenzar a Invertir




Los ocho pasos para comenzar a invertir:

1. Conseguir un buen consultor financiero.


2. Identificar su sensibilidad al riesgo.


3. Establecer el horizonte temporal.


4. Seleccionar los instrumentos y la moneda de inversión.


5. Monitorear el desempeño de la cartera de inversión.


6. Realizar los ajustes periódicos necesarios.


7. Mantener la disciplina y el control durante todo el proceso.


8. Revisar periódicamente los objetivos y los montos
    asignados para ahorro e inversión.


Veamos el detalle:
1. Consultor financiero: El asesoramiento de calidad es imprescindible para llegar a buen puerto con las inversiones. Un buen asesor verá sobradamente justificados sus honorarios con los beneficios que generará. En algunos casos podrán conseguirse bonificaciones sobre los honorarios, si el consultor obtiene comisiones por los productos que recomiende; sin embargo, debe cuidar que el asesor no pierda la independencia y objetividad.


2. Sensibilidad al riesgo: El riesgo alude a la posibilidad de perder parte o toda la inversión. Cada persona tiene una diferente tolerancia al riesgo y seleccionará de acuerdo a ella los instrumentos de inversión que más le convengan. El principal inconveniente es que resulta difícil determinar concretamente cuál es dicha tolerancia. Esta tarea conviene realizarla en conjunto con el consultor financiero, ya que de ella depende la estrategia de inversión a adoptar.


3. Establecer el horizonte temporal: El tiempo disponible para que madure la inversión es clave en la selección de la estrategia adecuada. Mientras mayor sea el plazo, más son las opciones y mayores las probabilidades de lograr el éxito.


4. Instrumentos y moneda de inversión: La elección de los activos en que se invertirá, así como la moneda en que estén denominados, no es neutra. Posee una gran influencia sobre el resultado final de la inversión. Por ello debe realizarse profesionalmente evitando las decisiones por omisión, o sin la adecuada base racional.


5. Control del desempeño de la cartera: Debe ser periódico y basado en un método pre-establecido. En caso contrario difícilmente se detecten a tiempo las desviaciones a corregir.


6. Ajustes periódicos: las medidas correctivas deben aplicarse siguiendo la estrategia elegida y no basadas en emociones como el miedo, pánico o la euforia. Paciencia y mente fría deben acompañar siempre al inversor.


7. Disciplina y control: Son elementos indispensables para no perder el rumbo en el mar de las finanzas.


8. Revisión periódica de objetivos: Permiten adecuar la estrategia a los cambios de la realidad del inversor y del mercado. De nada sirve una excelente elaboración estratégica si no posee flexibilidad para adaptarse a las mutaciones siempre presentes.

Gustavo Ibáñez Padilla